viernes, 27 de agosto de 2010

LA UTILIDAD DE UN GRUPO DE PADRES Y MADRES, AMIGOS, PARIENTES, ETC.


¿El ser gay no es considerado una conducta pervertida o enferma?
El ser gay no es una conducta, es un rasgo inherente, al igual que lo es el ser heterosexual. No es algo que una persona escoge.  A pesar de que algunas sociedades todavía consideran a la gente gay como “pervertida,” esa definición no está respaldada por las más prestigiosas organizaciones como la Asociación Americana de Siquiatría, la Asociación Americana de Sicología, la Asociación Americana de Medicina y otras asociaciones de profesionales que se ocupan de la salud.  Ellos coinciden en  que la homosexualidad no es una enfermedad, un desorden mental, ni un problema emocional, sino sencillamente una realidad para algunas personas.
En el Grupo de Padres por la Diversidad Sexual  estudiamos y nos documentamos para saber más sobre la diversidad sexual, abrir nuestras mentes y romper el tabú existente en torno a este tema, lo cual nos ha llevado a padecer de  homofobia que hace, y nos hace, mucho daño.
En el grupo de padres nos apoyamos mutuamente para hablar de nuestros hijos y de cómo enfrentamos su homosexualidad, respetando la confidencialidad y anonimato de sus miembros, brindando un espacio seguro para poder llegar a tener una mejor relación con ellos, una relación de amor y de respeto, de apoyo y ayuda.
La homofobia afecta a todos(as) los homosexuales, que sufren agresiones, burlas, discriminación y rechazo no solo de la sociedad sino también y tristemente  de sus propios familiares, lo cual afecta su autoestima y repercute en su salud emocional, física y espiritual.
Atrévete a cambiar tus ideas, afronta tus propios miedos, date la oportunidad de tener una mejor relación con tu hijo(a) o familiar, porque ellos necesitan todo nuestro apoyo, aceptación y amor incondicional, para poder tener una vida y una autoestima mas sana que los ayude a enfrentar la vida con valor, optimismo y esperanza.  

LAS FAMILIAS ESTAMOS EN ACCIÓN



lunes, 23 de agosto de 2010

Publicado en el Por Esto!
Sección:  En Voz Alta
23 de enero de 2010
Yucatán, México


La discriminación y la homofobia sí
La homosexualidad no es una perversión


Por Socorro Chablé

Primera parte

Luis tiene 24 años pero su madurez supera la edad. La lucha por sobreponerse a una sociedad que discrimina y relega a los homosexuales lo ha convertido en un joven seguro de sí mismo, claro en sus ideas y firme en sus convicciones. Insistía en que su testimonio llevara su nombre verdadero, pero le sugirieron no exponerse; el ya comprende que el ejercicio de su homosexualidad es parte de sus derechos humanos, pero algunos sectores de la sociedad están todavía lejos de hacerlo, Luis es su pseudónimo. 
Su trato es cálido y su voz enérgica, no pierde la oportunidad de compartir su experiencia sin titubear para decir lo que piensa, le emociona poder contar su propia historia con la confianza de que a otros les ayude conocerla.
“De los 14 hasta los 18 años tuve que vivir a escondidas mi homosexualidad, por el conflicto de no poder decirle a nadie. En esos momentos uno se enfrenta al miedo de ser rechazado por la familia, los amigos, y hasta por la religión (para quienes profesan alguna).
Finalmente es el propio miedo al rechazo el que nos hace aparentar una vida que no es, porque si tienes una pareja debes fingir que no la tienes.
Cuando no se tiene el valor de asumir la homosexualidad como parte normal de nuestras vidas, nos vemos obligados a callar siempre, cuando alguien hace una mala broma, un mal comentario o cuando se discrimina a otros homosexuales, eso nos deprime y nos hace sentir muy solos, a diferencia de cuando aceptamos abiertamente nuestra homosexualidad y tenemos el valor de exigir respeto por ello”.
Desde una temprana adolescencia Luis vivió refugiado en el silencio, su único escape era el baño, donde se encerraba a llorar para desahogar su dolor. Ni siquiera pasaba por su mente que podría encontrar el apoyo y aceptación de su familia, a su corta edad ya habían hecho mella los mitos difundidos por una sociedad predominantemente homofóbica, y la descalificación de la iglesia hacia los homosexuales.
“Cuando uno se da cuenta que tiene preferencia por personas del mismo sexo,  se enfrentan conflictos bastante fuertes, sobre todo si vienes de una familia que tiene creencias religiosas muy marcadas.
Los sentimientos de culpa se agravan porque se conjuga la etapa de la adolescencia donde la mayoría de los jóvenes enfrentamos más inseguridades. No hay una materia de sexualidad en la escuela que te oriente y nadie te informa ni habla abiertamente sobre el tema, así que se vuelve  algo bastante difícil de manejar. Si no se tiene el apoyo de la familia, de amigos, de un psiquiatra o alguien que pueda amortiguar ese peso, es un proceso muy difícil de llevar, para algunos se vuelve casi imposible y es cuando sobrevienen los suicidios”.

Una experiencia propia
El proceso de aceptarme primero, para luego hablar con mis padres fue muy difícil, comenta Luis, pero en su caso los temores eran infundados, su familia estaba dispuesta a brindarle todo el apoyo.
“Me siento afortunado de contar con una familia que me ha apoyado mucho, eso ha sido fundamental en mi vida. Desde el primer momento que lo hable con ellos, conté con su apoyo. Incluso recurrimos a un psiquiatra para que nos apoyara en manejar la relación familiar de la mejor manera durante ese proceso, pero es un hecho que la mayoría de los jóvenes no cuenta con eso, son rechazados por sus propios familiares, y luego por la sociedad en su conjunto.
En mi caso, la aceptación familiar me ha dado valor para exigir respeto en la calle, en la escuela y con mis amistades, desde entonces ya no me quedo callado”.  
Luis recuerda una anécdota escolar, “Por ejemplo en la escuela había un maestro que siempre hacía referencia a los homosexuales de manera despectiva, siempre buscaba la oportunidad para hacer bromas ofensivas, hasta que un día decidí no pasarlo por alto, esperé al final de la clase y le dije – discúlpeme profesor pero yo soy homosexual y me ofenden mucho sus bromas, le pediría que por favor deje de hacerlas --,  afortunadamente nunca más lo volvió a hacer. Yo estoy seguro que si hiciéramos eso con quienes nos ofenden, un alto porcentaje de gente nos respetaría, el problema es que la mayoría prefiere callar y esconder su homosexualidad por temor, incluso esa soledad en la que muchos se sumen por temor al rechazo, puede derivar en el suicidio o en otro tipo de problemas como el alcoholismo o las drogas”.

No basta con las leyes, hace falta consciencia
A sus 24 años Luis ya está claro que las leyes no lo hacen todo. “Es un gran paso que se haya aprobado la ley a favor de los matrimonios del mismo sexo (en el DF), pero sería mucho más trascendental que desde las escuelas se educara a la gente para no discriminar a nadie por su orientación sexual.
Mientras no haya una conciencia social de respeto a las diferencias, las leyes no serán suficientes, seguiremos enfrentando el rechazo y la burla de la mayor parte de la sociedad.

La iglesia discrimina a sus propios fieles
La vida es un constante proceso de evolución y lo que no evoluciona se estanca, yo creo que eso es lo que está pasando con la iglesia como institución, comenta Luis.
Por supuesto que yo no estoy en contra de los valores humanos, nunca avalaré el robo, el crimen y todo aquello que dañe a las personas, el problema es cuando los representantes de la iglesia le hacen creer a la gente, que ser homosexual equivale a ser criminal.
La iglesia monopoliza la imagen de dios y con ello las ideas, su mensaje es que si eres homosexual dios no te va a querer y eso es muy doloroso para los que somos creyentes.
En mi caso yo fui acolito, formé parte de grupos religiosos, asistí a misa los domingos y crecí en el seno de una familia que también practicaba el catolicismo, pero la iglesia nos dio la espalda.
No concibo como muchos homosexuales siguen asistiendo a la iglesia, si desde el pulpito se piden firmas para ir en contra de las leyes que nos favorecen. Si vas a misa siendo homosexual, sales de ahí sintiéndote una porquería, comenta Luis con mucho enojo, y agrega, “A la iglesia le hace falta informarse con especialistas en el tema porque son muy ignorantes, piensan que la homosexualidad es una enfermedad y esa misma ignorancia es la que le transmiten a la gente, con esa actitud cada vez tendrán a menos fieles entre sus filas.
Sus ideas ya son retrogradas, y cada vez se vuelven más intransigentes con todo, con el divorcio, las madres solteras, el aborto, los homosexuales y los anticonceptivos, de seguir así perderán a más fieles de los que ya han perdido.

El dolor ajeno como propio
A Luis le duele pensar en los desafortunados, en quienes no corrieron con la suerte de ser apoyados por la familia y si en cambio enfrentaron el rechazo y la furia.
Se queda pensando en ellos cuando le pregunto cuál sería su mensaje a quienes viven el temor de no asumirse homosexuales.
Intenta hablar pero el llanto ahoga sus palabras…
Hace una pausa y toma aire, levanta el rostro hacia el techo y lo intenta de nuevo, la voz se quiebra pero sus ideas fluyen, su padre y su madre ahí presentes lo animan, mientras esperan su turno para compartir sus testimonios.
Por fin se recupera y esboza…  Hay que tener mucha fuerza…  definitivamente se hace necesario un apoyo. Si no lo encuentran en la familia hay que buscarlo, porque es una experiencia que no se puede superar en soledad sin sufrirla mucho, cuesta mucho trabajo…
Le duele pensar en quienes son rechazados por su propia familia, “Yo recuerdo como me deprimía y lloraba en el baño, recuerdo el sentimiento de frustración que me embargaba, a pesar de contar con una maravillosa familia, imaginen entonces por lo que pasan quienes están solos.
Por si fuera poco la iglesia nos remata con sus ideas, fomentando la discriminación, como si no fuera suficiente con todo lo demás que hay que soportar.
Mi consejo a otros homosexuales, pero también a la sociedad, es que hay que informarse, es la única manera de no dejarnos engañar por la ignorancia de la iglesia y de quienes les ayudan a difundir sus mentiras. Cuando nos informamos sufrimos menos porque podemos entender lo que nos pasa y ayudar a que otros y otras lo entiendan.

Un retroceso, que Asociaciones de Padres se opongan a la educación sexual.
Es muy triste que los propios padres de familia se opongan a crear conciencia a través de la educación, no se puede tapar el sol con un dedo y creer que la homosexualidad va a dejar de existir, cualquiera de ellos podría llegar a tener un hijo o hija homosexual, y sufrir las consecuencias de ser discriminados.
La gente se queja de la drogadicción y hay una lucha para evitar los suicidios, pero esos mismos  grupos promueven la homofobia y la discriminación, que son la verdadera causa de muchos suicidios o de que algunos busquen refugio en las drogas como un escape.
Los homosexuales no somos mejores ni peores que los heterosexuales, somos personas que merecemos igual respeto. Si eso se enseñara en las escuelas el mundo sería otro.

¿Se respetan los derechos humanos en el Estado de Yucatán?
Es un estado con una doble moral muy fuerte, todo el mundo se rige por las apariencias y el qué dirán, pero en su mayoría, viven una doble vida.
En sus casas les pegan a sus mujeres pero salen a la calle como si fueran gente respetable, otros son alcohólicos o consumen drogas, pero aparentan ser respetables miembros de la sociedad, así en muchas otras cosas.
En cambio a los homosexuales que no somos ni alcohólicos, ni drogadictos, que somos gente productiva y no le hacemos daño a nadie, nos tratan como si fuéramos de lo peor, tristemente esto va ligado con la iglesia que convierte en tabú el tema de la homosexualidad y de eso nadie quiere hablar, solo se juzga. Creo que en Yucatán estamos muy atrasados y la religión tiene mucho que ver.

¿Qué piensas sobre el debate por el derecho a la adopción en parejas del mismo sexo?
Hay quienes argumentan como un motivo en contra de las adopciones, que los niños o niñas adoptados por parejas del mismo sexo se convertirán automáticamente en homosexuales, pero en otros países donde las leyes son más avanzadas que en México, se ha comprobado que los niños y niñas adoptadas por homosexuales,  desarrollan su propia orientación sexual, independientemente de la de sus padres o madres.
Por otra parte si se hiciera una encuesta, seguramente veríamos que el alto porcentaje de violencia en contra de infantes, se da al interior de matrimonios conformados por papá y mamá, a diferencia de los que adoptan parejas del mismo sexo, pero nos han querido convencer de lo contrario.
Predominan los tabús en contra de los homosexuales, y gran parte se lo debemos a la iglesia y a los grupos ultra conservadores que le hacen eco.
Hay gente que piensa que los homosexuales somos gente enferma a la que hay que curar, que somos gays por algún trauma, que seguramente otro homosexual nos contagió o que somos homosexuales porque fuimos abusados en la infancia, pero todo eso es parte de la propia ignorancia en torno al tema, no dudo que haya algunos de estos casos, pero no se puede generalizar.
El gran problema es que con todo y lo que ignoran, la gente se siente con derecho a emitir juicios muy fuertes que solo nos dañan y fomentan la homofobia y la discriminación.
Yo resumiría que los homosexuales nos enfrentamos todavía a una enorme brecha para contar con igualdad de derechos por falta de información, si la gente estuviera informada su opinión sería muy diferente y nuestra vida también, así concluyó su testimonio, uno de los jóvenes que asiste junto con sus padres, al grupo de “Padres y Madres por la Diversidad Sexual”.
La valiosa contribución de este particular grupo, es contribuir con información, asesoría y apoyo, para evitar que otras familias hagan daño a sus hijos e hijas homosexuales, por no saber la manera de brindarles apoyo.
 Nadie tiene las respuestas a muchas preguntas, pero si mucha voluntad para compartir sus experiencias y aprender a crecer juntos.
Hijos, hijas, padres y madres han vivido en carne propia el dolor de la discriminación, por ello se han propuesto unir esfuerzos.  
Estudian, leen, investigan y comparten, esas son las tareas que los comprometen a ser mejores para ayudar a las y los otros.
Según comentan hay algunas organizaciones como la suya en otras partes del país, pero en Yucatán son la única agrupación trabajando con familias de la diversidad.
“Ojalá que a través de estos artículos las personas que así lo necesiten, se sientan motivadas a integrarse a nuestro grupo, es un espacio de total libertad donde el único requisito es la no discriminación”, así lo expresó Nelia, una de las principales impulsoras, que pone a la disposición de las personas interesadas el siguiente número de celular para contactarles: 9999 49 41 82.
En próximas entregas continuaremos con los testimonios de otras y otros integrantes de esta organización.


Continuará….

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE LOS PADRES SOBRE LA GENTE GAY, LESBIANA,BISEXUAL O TRANSGÉNERA.


¿Qué hacen cuando descubren por primera vez que su hijo o hija es gay, lesbiana o bisexual? 
Este folleto está diseñado para responder algunas preguntas comunes que pudieran tener y para enfrentarse a algunas de las emociones que pudieran sentir  como resultado de este descubrimiento. Tomará algún tiempo absorber y procesar toda esta nueva información. Solo recuerden que no están solos. De acuerdo con estadísticas ampliamente aceptadas, cerca de una de cada cuatro familias tiene un miembro familiar inmediato que es gay, lesbiana o bisexual. Recuerden que aman a su hijo/a y para preservar – tal vez incluso fortalecer – su relación con él/ella, deben tratar de avanzar hacia el entendimiento y, eventualmente, a la aceptación.
Nota: De ahora en adelante, utilizaremos la palabra “gay” para referirnos a las personas que no son heterosexuales, tanto hombres como mujeres.

 


¿Como puede él/ella estar seguro/a?
Tal vez solamente esté rebelándose o experimentando.
Es normal tratar de pensar que se trate “solamente de una fase” por la que pasa su hijo/a. Sin embargo, debido a que nuestra cultura todavía es predominantemente antigay, hay muy pocas posibilidades de que alguien que es heterosexual decida vivir como una persona gay. Recuerden que probablemente nunca preguntarían “¿Estás seguro que eres heterosexual?”
Algunos padres sienten que estarían mejor no sabiendo que tienen un hijo/a gay. Por favor, recuerden que alguien que ha revelado que es gay, por lo general ha atravesado un largo y duro proceso de reconocer y aceptar su propia orientación sexual.  El hecho de que su hijo/a les haya dicho demuestra su amor por ustedes y su deseo de que exista una relación honesta entre ustedes. También puede ser una señal de que necesita apoyo. De acuerdo con un estudio, cerca de 80% de los jóvenes gays dicen sentir profundo aislamiento social y emocional.




¿Por qué esperó nuestro/a hijo/a tanto tiempo para decirnos?
Puede ser difícil darse cuenta de que no conocen a su hijo/a tan bien como pensaban. A muchas personas gays les toma largo tiempo entender lo que sienten. Muchos dicen que crecieron sintiéndose “diferentes” pero sin realmente entender por qué. Además, nuestra cultura les enseña a las personas gays que no está bien ser lo que son,  ocasionando que muchos se sientan inseguros internamente o sientan odio hacia si mismos. El hecho de que él/ella se los haya dicho significa que los está invitando a tener una relación más abierta y honesta.


¿El ser gay no es considerado una conducta pervertida?
El ser gay no es una conducta, es un rasgo inherente, al igual que lo es el ser heterosexual. No es algo que una persona escoge.  A pesar de que algunas sociedades todavía consideran a la gente gay como “pervertida,” esa definición no está respaldada por las más prestigiosas organizaciones como la Asociación Americana de Siquiatría, la Asociación Americana de Sicología, la Asociación Americana de Medicina y otras asociaciones de profesionales que se ocupan de la salud.  Ellos coinciden en  que la homosexualidad no es una enfermedad, un desorden mental, ni un problema emocional, sino sencillamente una realidad para algunas personas.


¿Por qué mi hijo/a es gay? ¿Debería llevarlo/a a terapia?
A pesar de que no se conoce específicamente qué ocasiona que las personas sean homosexuals (bisexuales o heteros), la mayoría de los científicos están de acuerdo con que probablemente es el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos y ambientales. La Asociación Americana de Sicología establece que: “la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento  y no es algo que se pueda cambiar.” 
Muchas personas gays o sus familiares sí buscan ayuda para lidiar con sus sentimientos respecto a “la salida del closet” .
PFALG NYC, del cual forma parte NYC Latino PFLAG, tiene reuniones mensuales en las cuales las personas gays, sus familiares y amigos pueden ayudarse mutuamente a través de lo que puede ser un proceso difícil.


Tengo amigos gays, entonces, ¿por qué estoy tan incómodo ahora que se trata de mi hijo/a?
La homofobia es demasiado fuerte en nuestra sociedad para borrarla de nuestra mente por completo. Tomará tiempo ajustarse a esta nueva información y no se aflijan por no sentirse como “deberían” desde el principio.


Puedo aceptar que mi hijo/a sea gay pero, ¿por qué tiene que ostentarlo?
A las personas gays que salen del clóset, con frecuencia se las acusa de hacer alarde de su homosexualidad (o bisexualidad). En nuestro mundo, tratamos de hacer presunciones de que todas las personas que vemos son heterosexuales. Como resultado de esto, no nos sentirnos sorprendidos o incómodos cuando la gente expresa su atracción al sexo opuesto o habla casualmente de sus novios, amantes, familiares o amigos heterosexuales. Sin embargo, a la gente gay se le hace sentir que debe esconder este aspecto de su vida. Para ellos, “salir” es una manera positiva de desafiar nuestras presunciones y de ayudar a afirmar su autoestima.


¿Será mi hijo/a discriminado/a? ¿Está él/ella en peligro?
Lamentablemente, ambas cosas son posibles. En lo positivo, la actitud hacia las diferencias en orientación sexual va cambiando en la medida en que la sociedad esté mejor informada. Hay muchos sitios en los cuales su hijo/a será aceptado/a como es y podrá vivir en relativa seguridad. Sin embargo, hasta que la homofobia deje de existir en nuestra sociedad, su hijo/a puede enfrentarse a obstáculos considerables. Lo más lamentable es cuando existe  discriminación dentro de la propia familia del hijo/a gay.


Pero, ¡nuestra religión dice que la homosexualidad es pecado!
Para muchos padres, este es el tema más difícil de enfrentar.  Para otros, esto no es ningún problema. Si bien algunas religiones siguen condenando  la homosexualidad, existen, dentro de casi todos los grupos religiosos, líderes muy respetados que creen que es injusto prejuzgar  a las personas  gays; hay otras iglesias que no solamente aceptan personas gays en sus comunidades,  sino que les dan todo su apoyo.  PFLAG-NYC les puede brindar información  específica de acuerdo a su religión, tanto de  congregaciones locales como a nivel nacional.  También ofrecemos dos folletos – ¿Es un pecado la homosexualidad? y La fe en nuestras familias.


¿Y ahora qué? ¿Cómo podemos apoyar a nuestro/a hijo/a?
El hecho de que  estén leyendo este folleto quiere decir que ustedes están  preocupados por su hijo/a y quieren brindarle su apoyo. 
Al igual que en otros asuntos familiares, deben estar dispuestos a hablar, escuchar y aprender junto a su hijo/a.  En algunos casos, será útil poder hablarle de lo que ustedes  están sintiendo al respecto. PFLAG-NYC está para ayudar a todas las familias que tengan un miembro gay en lo que necesiten.
Una de las maneras que los padres  pueden   demostrarle  apoyo a su hijo/a,  es educándose por todos los medios posibles  sobre el tema de la orientación sexual de las personas gays, lesbianas, y bisexuales. Solo así podrán ayudar a  disminuir la homofobia que existe en nuestra sociedad.   No olviden que el  silencio  permite y ayuda a  que  sobrevivan el prejuicio y la discriminación.
Para mayor información pidan nuestro folleto especial para los padres: Nuestras hijas y nuestros hijos.