De nuevo agradesco a Cessex y a Rossana por invitarme a compartir mi experiencia como mamá de 4 hijos con diferentes orientaciones sexuales.
Para mi, es más que gratificante ver a profesionistas tomando una maestría en sexualidad humana, y que los prejuicios y la ignorancia cada vez sean menos en nuestro querido México. Y como siempre, hablar de lo que ha sido para mi esta experiencia me llena de emoción y de agradecimiento, cuando podemos contribuir a hacer del mundo un lugar mejor para todos, la satisfacción es exquisita.
Cada vez entiendo más y entiendo mejor, cada vez que me oigo y oigo a las personas que hablan de su experiencia personal aprendo algo nuevo y esta vez, no fué la excepción.
Nosotros somos en parte producto de nuestra experiencia cultural, somos producto de la sociedad donde nacemos y crecemos, somos producto del ambiente familiar, de la manera de ser de nuestros padres, de la manera en que éstos se relacionaron, somos producto de nuestros genes, de la información genética en nuestro ADN, nacemos con un temperamento que se va moldeando por necesidad, por encajar, por sobrevivir, por pertenecer, por sentir y dar amor, etc.
Si nos apegamos a lo que dicta la "sociedad" sentimos que pertenecemos, si lo hacemos a la "religión"sentimos que somos buenos, vivimos tratando de cumplir, llenar, seguir, obedecer, hacer... ¿porqué?, porque tenemos miedo, un miedo tremendo a estar solos, a no encajar, a que no nos quieran, a que dios nos castigue, a que nos critiquen, a que nos lastimen, a que nos deje nuestro esposo o esposa, nuestro novio o novia, a no tener amigos, a ser pobres, a no agradar a todos, etc, etc, ¿y luego qué sucede? QUE NOS OLVIDAMOS DE SER.
Y he ahí donde vienen los conflictos, cuando nos perdemos a nosotros mismos. Si aún llenando estos requisitos, la vida se nos hace difícil, ¿qué podríamos dejarle a las personas que nacen con una orientación sexual diferente?. He ahí mi admiración por la gente valiente que dejando de lado sus miedos se atreve a SER. Tenemos mucho que aprender como sociedad, tenemos mucho que hacer para quitarnos el "peso cultural" que nos marca, tenemos mucho que hacer para descubrirnos como personas y ser solidarios para lograr el respeto que cada quien merece.
No es tarea fácil, mi camino ha sido largo pero puedo decir, en mi experiencia, que vale la pena, que vale la pena contribuir con un granito de arena a hacer de esta sociedad un lugar mejor, donde todos podamos desarrollar nuestros dones y aptitudes y cada quien deje atrás el miedo de SER. Suena bastante utópico, lo sé, pero en mi esperanza puedo vislumbrar que esta sociedad se encamina inexorablemente a eso, a amarnos y respetarnos unos a otros, a valorar y aprender lo que cada ser humano ES y TIENE para decirnos, para descubrir el tesoro que cada uno lleva guardado en su interior.
Así lo decreto y así lo quiero ver.
¡Felíz inicio de semana a todos y todas!
Para mi, es más que gratificante ver a profesionistas tomando una maestría en sexualidad humana, y que los prejuicios y la ignorancia cada vez sean menos en nuestro querido México. Y como siempre, hablar de lo que ha sido para mi esta experiencia me llena de emoción y de agradecimiento, cuando podemos contribuir a hacer del mundo un lugar mejor para todos, la satisfacción es exquisita.
Cada vez entiendo más y entiendo mejor, cada vez que me oigo y oigo a las personas que hablan de su experiencia personal aprendo algo nuevo y esta vez, no fué la excepción.
Nosotros somos en parte producto de nuestra experiencia cultural, somos producto de la sociedad donde nacemos y crecemos, somos producto del ambiente familiar, de la manera de ser de nuestros padres, de la manera en que éstos se relacionaron, somos producto de nuestros genes, de la información genética en nuestro ADN, nacemos con un temperamento que se va moldeando por necesidad, por encajar, por sobrevivir, por pertenecer, por sentir y dar amor, etc.
Si nos apegamos a lo que dicta la "sociedad" sentimos que pertenecemos, si lo hacemos a la "religión"sentimos que somos buenos, vivimos tratando de cumplir, llenar, seguir, obedecer, hacer... ¿porqué?, porque tenemos miedo, un miedo tremendo a estar solos, a no encajar, a que no nos quieran, a que dios nos castigue, a que nos critiquen, a que nos lastimen, a que nos deje nuestro esposo o esposa, nuestro novio o novia, a no tener amigos, a ser pobres, a no agradar a todos, etc, etc, ¿y luego qué sucede? QUE NOS OLVIDAMOS DE SER.
Y he ahí donde vienen los conflictos, cuando nos perdemos a nosotros mismos. Si aún llenando estos requisitos, la vida se nos hace difícil, ¿qué podríamos dejarle a las personas que nacen con una orientación sexual diferente?. He ahí mi admiración por la gente valiente que dejando de lado sus miedos se atreve a SER. Tenemos mucho que aprender como sociedad, tenemos mucho que hacer para quitarnos el "peso cultural" que nos marca, tenemos mucho que hacer para descubrirnos como personas y ser solidarios para lograr el respeto que cada quien merece.
No es tarea fácil, mi camino ha sido largo pero puedo decir, en mi experiencia, que vale la pena, que vale la pena contribuir con un granito de arena a hacer de esta sociedad un lugar mejor, donde todos podamos desarrollar nuestros dones y aptitudes y cada quien deje atrás el miedo de SER. Suena bastante utópico, lo sé, pero en mi esperanza puedo vislumbrar que esta sociedad se encamina inexorablemente a eso, a amarnos y respetarnos unos a otros, a valorar y aprender lo que cada ser humano ES y TIENE para decirnos, para descubrir el tesoro que cada uno lleva guardado en su interior.
Así lo decreto y así lo quiero ver.
¡Felíz inicio de semana a todos y todas!
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