jueves, 31 de mayo de 2012

DIARIO DE VICTOR JONES

Comparto ahora algo que escribió mi hijo mayor y que me hace sentirme muy orgullosa de él, su diario.
Diario de Victor Jones:

“Pero acéptalo, si pudieras, hubieras preferido nacer heterosexual”.
Fue el comentario que una persona que quiero mucho me dijo y que por unos momentos me hiso pensar, en cual hubiera sido mi decisión si realmente la vida me hubiera dado la libertad de elegir mi sexualidad y después de un poco de análisis mi respuesta definitivamente es NO; no hubiera elegido ser heterosexual. No tengo OBVIAMENTE nada en contra de los heterosexuales, la mayoría de mis mejores amigos lo son pero el hecho de ser gay ha marcado mi vida de una forma que al principio consideraba negativa pero que con el paso del tiempo, y ya adquiriendo un poco mas de madures emocional, puedo darme cuenta de que es todo lo contrario.
Gracias a que soy gay aprendí desde muy temprana edad lo que se siente ser discriminado y rechazado por lo que mi mente pudo abrirse y entendí que no sería correcto cometer el mismo error con otras personas, por lo que me volví una persona más tolerante y capaz de aceptar las diferencias que tiene prácticamente cualquier ser humano, físicas, mentales y emocionales.
Gracias a que soy gay aprendí a experimentar con mi sexualidad de una forma responsable, a conocerme, a disfrutar el sexo y a no sentirme culpable ni pecador por hacer algo que la vida me ha dado como un regalo, puedo hablar del tema abiertamente sin sentir vergüenza por algo que es completamente natural.
Gracias a que soy gay he podido hacer amistades muy valiosas con gente que me entiende y que ha pasado por el mismo proceso de aceptación por el que yo tuve que pasar, gente que ha sentido los mismos miedos que yo, pero que los ha sabido enfrentar y que eso los ha hecho más fuertes.
Gracias a que soy gay he aprendido a entender mejor a las mujeres, que al igual que nosotros han tenido que ir abriéndose paso con dificultades en un mundo machista como en el que vivimos, que han sido discriminadas por preferir vivir solas, por no querer comprometerse tan jóvenes o por no querer ser máquinas creadoras de niños.
Gracias a que soy gay aprendí que religión no es lo mismo que espiritualidad, descubrí que la religión es una institución viciada, que al final depende del dinero y está dirigida por humanos; y entendí que el Dios que me ama existe en todas partes, no me cuarta su amor y me regala este momento para disfrutarlo al máximo siendo tal cual soy.
Gracias a que soy gay pude aprender de arte y de música sin tener miedo a ser discriminado.
Gracias a que soy gay puedo salir vestido de colores sin importarme que puedan decir que soy gay.
Gracias a que soy gay la relación con mi familia se ha vuelto más intima, les tengo más confianza y puedo compartir mi vida y mis sentimientos con ellos.
Gracias a que soy gay me di cuenta que una familia no necesita componerse de una mama, un papa y de hijos para llamarse así, sino que una familia es cuando dos o más personas que se aman, desean compartir su vida y deciden llamarse a sí mismos Familia.
Gracias a que soy gay puedo expresar mis sentimientos abiertamente, puedo llorar en una película romántica o gritar en una película de terror sin miedo a que digan que soy gay puesto que lo soy.

Gracias a que soy gay aprendí a cuestionarme y a cuestionar el mundo que me rodea, a no aceptar como ley nada que no tenga una explicación lógica, a no aceptar la primera respuesta como la correcta, a que las respuestas complicadas normalmente son mentiras y que no hay nada más triste que la apatía mental. Que la fe es mucho más que creer que algo bueno va a llegar, sino que es confiar en que las cosas buenas ya están sucediendo, que realmente el mundo es un arcoíris en el que cada cabeza es un mundo con la completa libertad de ser, sentir y vivir como cada quien quiera mientras sepa respetar la libertad de los demás.
Dedicado a todos mis contactos gays.
Salud.
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